“Somos mucho más que aquello que pensamos”

Bienvenida a la segunda entrada de la serie, ¿QUÉ ENSOMBRECE EL CORAZÓN?.

Hasta ahora os he contado, siguiendo la filosofía del yoga y, en concreto, el libro “El corazón del yoga”, cómo la mente utiliza sus propios mecanismos para no dejarnos ver con claridad, es decir, nos pone algunas trabas por las que no podemos percibir el total de una situación. Solemos estar totalmente condicionados, la metáfora que se suele utilizar es la del espejo. Si miras de frente a un espejo con dos caras, siempre verás la parte de delante y la de atrás será imposible verla. Hay cuestiones, ideas, condicionantes, miedos, prejuicios… que nos condicionan a la hora de tomar las acciones.

Para refrescar la mente, el conjunto de estas percepciones incorrectas es llamado avidyä (podéis leerlo aquí ). Hoy vengo hablaros de la segunda rama, llamada räga (insatisfacción).

¿Alguna vez has sentido insatisfacción? Entiendo que si eres humano, me temo que sí. Quizás has sentido un deseo sobre algo, o incluso sobre alguien. Has podido desear una comida que en algún momento te sentó muy bien o te generó mucho placer, un viaje que fue único e inolvidable y te gustaría volver a ese sitio, pero te has dado cuenta que al volver a comer esa comida, o volver a ese destino deseado, no has sentido lo mismo.  Quizás has sentido decepción o desilusión ante lo vivido.

O incluso has sentido satisfecho mientras comías, pero al terminar el vacío o la insatisfacción han vuelto a aparecer.

Todos estos deseos o reclamos por querer algo que en algún momento nos dio satisfacción, son percepciones de la realidad nublada por el velo de avidyä, conocido en este caso como räga. 

Esto no implica que el deseo sea algo negativo, no es lo que quiero expresar, y para mi este concepto no tiene esa implicación. Es una cuestión más profunda. No podemos anular nuestra naturaleza humana, pero tampoco dejar que esa naturaleza humana, quizás más instintiva desde el punto de vista de la supervivencia, nos domine.

El yoga nos enseña la actitud correcta, el equilibrio, para poder vivir en armonía siendo más conscientes de nuestros actos. Para ello, si conseguimos identificar ese deseo, bajarlo a tierra, y entender desde una mente más objetiva el para qué, podemos actuar con mayor beneficio tanto propio y al mismo tiempo para los demás. 

Ejercicio para trabajar la insatisfacción

Te invito a hacer un ejercicio. La insatisfacción proviene de una falsa expectativa. Nuestra mente adelanta acontecimientos, tendemos a idealizar a las personas, trabajos, situaciones que queremos vivir, y cuando llega el momento, el presente, nada de lo imaginado ha sucedido.

Y podrás preguntarte, ¿pero si no me ilusiono, fantaseo o tengo expectativas, no llegará a conseguir las cosas o perderé la ilusión en la vida? Y aquí entra otra de las grandes enseñanzas del yoga. Repito, que para mí el yoga no tiene nada que ver con la imposición, el castigo o anular nuestra esencia humana, se trata de poder buscar el equilibrio.

Seguiremos teniendo espectativas, y metas a corto plazo,  para poder llegar a los objetivos que nos ponemos a lo largo del camino, pero la cuestión está en cuánto podemos disfrutar del proceso. Cómo vivimos cada día, cada acción y la capacidad que tenemos de vivir en la llamada atención plena, Para poder disfrutar el camino y no frustrarnos si no conseguimos el resultado esperado.

Ahora te propongo algo sencillo, te invito a contestar algunas de estas preguntas:

Si alguna vez no has llegado a dónde querías, ¿qué has aprendido?

¿Qué haces cuando te sientes insatisfecho?

¿Podrías identificar un deseo o ideal que quieras alcanzar?, ¿cómo vivirás el camino hasta que lo consigas? Describe acciones, sensaciones, emociones, inconvenientes….

Si te ha gustado esta entrada no te pierdas las últimas entradas donde seguiremos indagando en ¿Qué ensombrece el corazón?

Esto lo veremos a lo largo de las diferentes entradas del blog. Para pode acceder a las novedades y estar informada sobre cuáles son estas ramas que nublan la mente, puedes suscribirte a la siguientes newsletter. Recibirás una serie de correos con el asunto ¿QUÉ ENSOMBRENCE AL CORAZÓN?