¿Cómo gestionar el vacío interior?
“El cuerpo te abre el camino hacia tu poder más elevado”
Posiblemente en tu desarrollo personal puedes estar atravesando una situación donde sientes emociones y estados de gran vacío y miedo. Si al leer esto, te encuentras en una situación donde alguna de estas emociones se apoderan de ti, te voy a contar algún truco que a mí me ha ayudado a sentirme mejor y regularle en muchas ocasiones, Espero que mis palabras te ayuden y te puedan acompañar en ese proceso.
A veces la vida, por la circunstancia que sea, nos pone en una situación donde tenemos que decidir, pero las opciones que tenemos no parecen muy favorables, o incluso no parece que haya otras alternativas. Pareciera que tienes que dar un salto al vacío y ver si te matas en el intento, o de lo contrario, en la caída te aparecen alas de la espalda y te ayudan a volar alto.
Ante estas situaciones muchas personas deciden seguir al borde del precipicio durante un tiempo, o incluso, gran parte de sus vidas, pues dar el salto parece extremadamente difícil. Tampoco parece la mejor opción quedarse paralizado, en tensión, esperando que la vida decida por nosotras. Pero, siendo realistas, cuando estás ahí a todos nos pasaría algo parecido. La pregunta es, ¿cómo acompañarnos cuando estamos solas y parece que nadie puede ayudarnos?
En los capítulos anteriores te hablaba de cómo he vivido las primeras etapas de la conocida metáfora del Viaje del Héroe. Justo después de decidir hablar de este tema me topé con un libro que me ha hecho ver todo esto de una manera algo diferente y ha podido poner mucha claridad en mi mente. El libro se llama El Camino del Despertar del Dr. Mario Alonso Puig. En este libro se utiliza de igual manera la métafora del Viaje del Héroe para explicar las funciones del cerebro, su papel y cómo este nos ayuda a conectar con nosotros y recorrer el camino del despertar. En uno de los capítulos se habla sobre los tres umbrales. Son las puertas que tienes que abrir y transitar para avanzar en el camino, y conseguir esa mayor consciencia y sabiduría.
Con mis palabras te contaré cómo el doctor propone transitar las tres puertas que son necesarias abrir para avanzar en el camino. Nos cuenta que el primer umbral que debemos atravesar para conseguir un estado de conciencia superior es la conexión con el cuerpo.
Quiero ejemplificar esto con mi experiencia personal. El cuerpo es nuestra forma material de estar en este mundo, y me he dado cuenta cómo la falta de conexión que yo tenía con él generó en mi un mecanismo automático de reacción y acciones a lo largo de mi vida. Yo no fui consciente de ello hasta que sucedió la muerte de mi madre. Este hecho fue el detonante que hizo que me cuestionara quién soy, y además, casi sin quererlo fue el hecho que me acercó a mi cuerpo a través de la ansiedad y el debilitamiento físico, Mi cuerpo empezó a gritarme a través de una serie de síntomas físicos aquello que yo no podía ver o atender, pues a veces el dolor puede ser tan grande que no podemos gestionarlo.
Y ahí entra la segunda puerta que debemos atravesar según el Dr. Mario Alonso Puig. El contacto con las emociones. Sentir y reconocer las emociones que afloran en nuestro cuerpo, para poder atenderlas y sanarlas. Es importante transformarlas para que de alguna manera dejen de dolor, o mitigar nuestro sentimiento de vacío, rechazo o desamparo.
Y por último, el Dr. Mario Alonso Puig nos invita una vez recorrido el sufrimiento y transformado, a entrar en la tercera puerta. Esta tercera puerta es el camino que nos lleva a entrar en contacto con nuestro verdadero poder, con la sabiduría interna, con nuestro Ser más auténtico, libre de egos y condicionamientos de la mente. Entrar en esta última puerta nos acerca cada vez más a un estado de unidad. Y en esta puerta está el aprendizaje, el recorrido del mundo espiritual.
Volviendo a la pregunta anterior, ¿cómo acompañarnos cuando estamos solas y parece que nadie puede ayudarnos? me gustaría compartir contigo algunas prácticas que realizo y que hacen que pueda sentir agradecimiento incluso en momentos difíciles.
Si estás en una situación donde las emociones como el miedo, la angustia o el vacío se apoderan de ti, es importante, como hemos visto antes, poder sentirlas e identificarlas. Es cierto que, a veces, para esto necesitamos que alguien nos ayude, pues parece que nosotras no podamos con toda esa situación. Pero al mismo tiempo, también es cierto, que si dejamos sentir la emoción, aunque esto implique llorar por horas, estaremos dejando que nuestro cuerpo hable y esa emoción pueda salir. Y además, veremos que sí podíamos sostenernos en ese llorar, abrazarnos y mimarnos a nosotras mismas, es un deber para con nosotras en los momentos más difíciles.
Aquí te dejo unas ideas a modo de “protocolos de actuación” para momentos difíciles:
En posición sentada en la cama respirar, sentir la emoción (aunque parezca que es tan dolorosa que te gustaría desaparecer antes que sentirla), llorarla, dejar que salga. Mantenerte en ese sentir, no la rresistas, no te juzgues, no la critiques, solo siéntela. Si estás muy nerviosa haz algo para calmarte (abrázate, llama a alguien querido, calma con calor tu sistema nervioso)
Prepárate algo que siente bien a tu cuerpo. El autocuidado, el autoamor, es un acto que nos acerca cada vez más a nosotras y a nuestro interior, y nos demuestra que somos merecedoras de amor, de nuestro amor que es el más importante, para poder recibir el de los demás. (Un baño caliente, un caldo calentito o algo que nos de placer y sea nutritivo al mismo tiempo)
Otra de las cosas que me ayudan es la escritura terapéutica. Escribe sin pensar, todo lo que tienes en la mente, nadie lo leerá, nadie te juzga no hay bien o mal. Solo tú ante el papel, qué sientes, qué piensas, qué recuerdos tienes y qué sientes respecto a todo eso. Escribe hasta que te canses, tu mente se liberará.
Lo importante es que busques aquello que mejor te siente. Puede ser a través del movimiento, buscar la calma, expresar aquello que sientes a través de la creatividad… Pero no olvides darte un poco de autoamor. Y recuerda que el camino es hacia el interior, aunque necesitemos a veces a los demás. Nadie puede salvarte de tus pensamientos ni de tu dolor, recuérdate que ya eres más sabia, que ya tienes recursos y ya lo has conseguido una y mil veces. Si conseguimos entrar en nuestro cuerpo, en nuestra emoción y transformarla, estaremos entrando en el camino de nuestro poder interior.