Autoconocimiento a través del estrés
El maestro no siempre aparece con la forma deseada
Bienvenid@:
El mes de septiembre está dedicado a explorar el estrés y la ansiedad. Cuál es la diferencia entre estrés y ansiedad, puede leer aquí, junto a las causas ocultas que pueden detonar nuestros activadores estresante, han sido las entradas hasta ahora, leer aquí.
En mi experiencia personal atender los síntomas físicos y emocionales fueron la entrada al mundo del autoconocimiento. Hoy exploramos la importancia de identificar los síntomas físicos para entrar en el mundo de las emociones, y la importancia que tienen los síntomas del estrés como señales para explorarnos y entender de dónde vienen.
Cómo el estrés puede ser un maestro
El maestro tiene la capacidad de hacernos ver aquello que NOSOTROS NO PODEMOS. Tiene la habilidad de poner en el camino las lecciones necesarias para que puedas aprender y seguir creciendo.
Esa ha sido la lección que he aprendido de la ansiedad.
Cada vez más, las investigaciones, demuestran la relación que existe entre emoción y enfermedad. La importancia de procesar las emociones para una buena salud, nos invita a explorar en nuestro mundo emocional, para saber si los síntomas que tenemos, en este caso, asociados al estrés, nos están invitando a cambiar hábitos, procesar alguna emoción enquistada o atender algún evento traumático.
Mi camino con la ansiedad fue difícil, quizás tardé en darme cuenta que la estaba sufriendo, y es por eso que quiero compartir contigo esta información. Para que puedas identificar en mis palabras alguno de los posibles desafíos que puedas estar atravesando.
Cuando empecé a notar síntomas físicos, parecía demasiado tarde. Cambios intestinales importantes, dolores de cabeza continuados, falta de gestión emocional (tristeza profunda que no podía gestionar, picos de motivación que duraban poco tiempo, falta de foco…), dolores por todo el cuerpo, cansancio extremo todo el rato… hasta que llegó el día. Llegó el día del ataque de pánico. Y no, no solo tuve uno, tuve varios, hasta que conseguí bajar revoluciones a la máquina.
Todo empezó a cambiar cuando decidí tomar acción. Fue a médicos, psicólogos y busqué información. Necesitaba entender, necesitaba entenderme por qué no podía ser “una persona normal”. Fruto de los acontecimientos vividos, de los síntomas físicos y emocionales que estaba atravesando y de un sufrimiento alargado en el tiempo, decidí que no quería vivir de esa manera.
No quería vivir pensando que “esto es lo que me ha tocado”, “que tenía que tomar pastillas para toda la vida”, o “que no iba a poder cumplir mis sueños o expectativas porque sentía que algo en mí me estaba limitando”. Entonces empezó el camino de autoconocimiento.
Cuáles eran mis límites, qué había pasado para acabar en esa situación, cuáles habían sido mis hábitos, mi pensamiento y mi vida hasta ese momento… Multitud de preguntas que necesitan una respuesta. Ya lo he comentado antes, psicólogos y trabajo personal. Complementar la información de los profesionales con mi intuición, con el camino que yo creía que era lo mejor para mí. Y así apareció el yoga, una nueva visión de la realidad que nunca nates me habían explicado, un nuevo concepto de vivir se presentó ante mí.
Gracias a un conjunto de factores, pero, sobre todo, gracias a mi amor por mí, por sentir que otra vida más allá del sufrimiento era posible, hoy puedo decir, que la ansiedad no existe en mi vida. A veces mi cuerpo siente estrés, es normal, pero ahora he aprendido gestión emocional y autorregulación del sistema nervioso, con multitud de herramientas que me han ayudado en el camino.
AHORA TÚ
¿Qué te ha enseñado el estrés sobre ti?
TE LEO
Valvi