El poder de la gratitud
La gratitud te conecta con el corazón para alinearte en cuerpo, mente y espíritu.
Agradecer los momentos difíciles
Gratitud es una de esas palabras que como amor o felicidad las decimos constantemente, pero quizás, no siempre sentimos su significado.
La gratitud es la memoria del corazón. Jean Baptiste Massieu, obispo francés.
La gratitud nos invita a reconocer la situación como una aliada, nos ayuda a entender y dar comprensión al momento, aunque este sea desagradable o doloroso. No se trata de decir por decir, “estoy agradecido” si en el fondo no sabemos por qué y esto nos genera más rechazo y culpa.
En el camino espiritual es importante reconocer y aceptar las sombras. Pues es el primer paso para abrir la puerta al perdón y al agradecimiento. Es importante reconocer cuando no podemos agradecer, porque el dolor ha salido para que lo miremos de frente y podamos escuchar lo que necesita.
Agradecer el tiempo de los demás cuando nos lo brindan, agradecer que un día más sigamos presentes en lo bello de la vida, o agradecer incluso el dolor que nos supone una situación no es tarea fácil. Requiere cultivar ese estado, a través de la práctica y la conexión con lo espiritual o divino.
Entrar en estado de gratitud nos aleja de la división hacía la otra persona. No hay juicio de bueno o malo, solo nos dejamos estar y sentir en un instante donde nos llenamos de amor incondicional y expansión hacia nuestro alrededor.
El juicio nos separa de otros, la GRATITUD nos une y vincula a otros. Vivir juzgando nos hace creer que somos superiores, nos envuelve en un manto pesado y duro de soberbia y arrogancia. Es común que el juez y el arrogante sufran en carne propia sus propios juicios y se reprendan incluso más duro que lo hacen con otros. Suelta la máscara de ser juez, suelta la responsabilidad de tener que perdonar o seguir culpando, mejor pásate del lado de la GRATITUD, que es un espacio de paz, de abundancia y de amor propio y hacia lo demás. El poder de la gratitud, Ricardo Perret
Me gustaría ser más agradecida pero, ¿cómo?
Las veces que me he sentido agradecida por lo vivido se ha abierto en mí una mayor comprensión de las situaciones. Quizás a veces ese agradecimiento no es instantáneo, pues necesita, como hemos dicho, un tiempo de integración de la sombra que nos conecta con la herida y genera dualidad en la mente.
Una vez que hemos podido traspasar el dolor, que la sensación ha disminuido y ahora podemos verlo de otra manera, puede aparecer el gran aprendizaje; el agradecimiento. Ahora se abre un nuevo campo de realidad, el corazón ha vuelto a latir, y al recordar lo vivido nos sentimos agradecidos por darnos cuenta de que, la situación nos ha traído un conocimiento y una aceptación de la realidad que nos llena de calma y serenidad. El amor nos envuelve y sabemos que la vida ya nada nos debe.
Se abre un agradecimiento a la vida, por lo tanto, ya no la sentimos como una enemiga, sentimos que la vida está a nuestro favor y la sensación de sostén y seguridad vuelven a aparecer.
Me gustaría compartir contigo algunos párrafos del libro El poder de la gratitud, de Ricardo Perret pues sus párrafos me han hecho conectar profundamente con el significado de esta palabra. Espero que igual que a mí, te recuerden el poder de la gratitud.
“ La GRATITUD tiene un poder especial para abrirte los ojos y reconocer el valor de las otras personas, situaciones o experiencias en tu vida que antes no lograbas reconocer. La GRATITUD incluso te abre el corazón para percibir la vida y la bendición de muchas otras creaciones de DIOS, entre ellas las plantas, los animales, los mares, el cielo, el sol y las estrellas. Así, esta gran virtud te reconecta con Dios a través de todas sus creaciones y esto te ayuda a sentirte parte fundamental del Universo y respetar cada elemento de este”.
La GRATITUD no solamente te reconecta con la parte espiritual sino con el amor que habita dentro de ti y dentro de cada uno de nosotros, porque al agradecer abres tu corazón al incontenible poder del AMOR.
Invitación para conectar con momentos gratitud
Te invito a poder conectar con aquello de ti de lo que estés agradecida. ¿Cómo lo podemos hacer?
Ponlo en práctica diariamente, como un hábito. Elige el momento del día que mejor conecte contigo. Quizás al final del día para checkear y focalizarte en aquello que has pasado por alto de tí.
¿Qué te ha hecho estar en agradecimiento contigo hoy, o alguna vez en tu vida? ¿Eres capaz de reconocerte algún logro personal? Interpreta logro como algo de lo que tú estés orgullosa. (Ayudar a alguien durante el día, saludar, superar un miedo, perdonarte o aceptar tu dolor…)
Antes de escribir ese momento, piensa en la imagen que te viene, siente el hormigueo en el corazón, o en cualquier parte de tu cuerpo que te indica que has conectado con la sensación de agradecimiento. Después escribe. No importa si solo es una cosa, recuerda que hay que cultivar y conectar con la sensación poco a poco, no pasa nada si no puedes conectar con el agradecimiento, Sigue intentándolo.
Si te ha gustado esta entrada no te pierdas las siguientes entradas. En el mes de julio hablaremos sobre plenitud y gratitud.
¿Te gustaría compartir qué es para ti el agradecimiento?
¿Cómo lo vives o los recursos que utilizas para llevarlo a la práctica?
Te leo en comentarios o en el correo, no dudes en escribir si así lo sientes